Desde el 2 de enero de 2021 los VMP se consideran vehículos, algo que ya veníamos reclamando las asociaciones de usuarios desde hace años, nos alejamos por tanto de esa visión que trataban de inculcar ciertos sectores en los que se nos calificaban de juguetes, gadgets hipsters o simples “cacharros” de moda. Como cualquier otro vehículo es obligatorio que el usuario siga las normas de circulación, utilice todos los elementos de seguridad y use las medidas de protección disponibles, todo ello para evitar los accidentes o en su caso reducir en la medida de lo posible su gravedad.
Normas de circulación
A 2 de Enero nos rige el Real decreto publicado en el BOE el 11 de Noviembre 2020 y en el que se define el VMP como vehículo (No a motor) que puede circular por las calzadas urbanas siempre que por diseño no pueda superar los 25 km/h. Se regirán según las normas de circulación, al igual que el resto de vehículos y deberán disponer de un certificado de circulación que aún está por determinar. Paralelamente a esto cada localidad puede tener su propia normativa que no puede contradecir la anteriormente descrita, ya que quedaría derogado el artículo en cuestión.
Las medidas de seguridad obligatorias por parte del usuario son principalmente las que afectan a la visibilidad del vehículo, son obligatorias la luz trasera (De freno) y la luz frontal además de elementos reflectantes laterales que permitan la visibilidad del vehículo. Como recomendación desde nuestra asociación instamos a los socios a llevar cuantos dispositivos de iluminación y elementos o prendas reflectantes sea posible ya que en condiciones de poca luz es imprescindible hacernos visibles a los demás vehículos.
Debemos circular siempre que sea posible por el centro del carril esto que a priori nos puede parecer “peligroso” o “complicado” es una de las mejores medidas de seguridad que podemos tomar durante nuestros desplazamiento ya que al circular por el centro somos mucho más visibles y evitaremos: impactos con puertas, coches que salen del aparcamiento o del garaje, cruces con poca visibilidad, peatones que salen de entre otros vehículos o elementos del viario. Circulando por el dentro de la calzada ampliamos la distancia de seguridad lo que hace que cualquier otro vehículo tenga que cambiar de carril para adelantarnos (recordemos que la velocidad en calzada se pretende reducir a 30 km/h).
Según el informe Safe micromobility 2019 OECD prácticamente un 40% de los accidentes reportados son por motivos del mal estado de la calzada, esto nos lleva a recomendar usar ruedas de diámetro grande, evitando las de 8′ o menos, y prestar especial atención a la calzada mientras nos desplazamos de tal forma que tengamos siempre el tiempo suficiente para reaccionar en caso de detectar algún bache o imperfección en el asfalto. Además de deberemos desarrollar una velocidad adecuada al estado de la vía y a las condiciones climatológicas o de visibilidad.
Los elementos de protección se hacen indispensables en el uso de VMP dado que este vehículo no dispone de carrocería o elementos de protección propios, nosotros somos la carrocería y absorberemos la mayor parte de la energía del impacto. La gran mayoría de accidentes durante la conducción de un VMP terminan con laceraciones o fracturas derivadas del impacto contra otros vehículos de mayor peso.
El casco, aunque no es obligatorio, se recomienda por motivos evidentes de seguridad ya que debido a la postura de conducción cualquier impacto tenderá a hacer que nuestra cabeza impacte contra la carrocería o el suelo.
El uso de guantes es recomendado igualmente para evitar lesiones en las manos, que por instinto llevaremos hacía delante para amortiguar el golpe, además nos protegerá de las inclemencias meteorológicas durante el trayecto.
Prendas cómodas, flexibles y que cubran la mayor parte posible de nuestra piel nos ayudarán a poder movernos con comodidad y de forma rápida además de proteger nuestra piel ante posibles laceraciones contra el asfalto. El calzado debe ser cómodo, sin tacón, correctamente fijado a los pies y que pueda mantener una correcta adherencia con el vehículo.